Grooming
[según Wikipedia]
El grooming (en español «acicalar») es una serie de conductas y acciones deliberadamente emprendidas por un adulto con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creando una conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir las inhibiciones del niño y poder abusar sexualmente de él. En algunos casos, se puede buscar la introducción del menor al mundo de la prostitución infantil o la producción de material pornográfico.
En inglés, para diferenciarlo del significado original relativo al acicalado de animales se suelen utilizar los términos child grooming o internet grooming.
El grooming de menores en Internet es un fenómeno, que podríamos traducir lisa y llanamente como un engaño, que se utiliza para describir las prácticas online de ciertos adultos para ganarse la confianza de un menor (independientemente del sexo) fingiendo empatía, cariño, etc. con fines de satisfacción sexual (como mínimo, y casi siempre, obtener imágenes del/a menor desnudo/a o realizando actos sexuales). Por tanto está muy relacionado con la pederastia y la pornografía infantil en Internet. De hecho el grooming es, en muchas ocasiones, la antesala de un abuso sexual.
Los groomers (personas que buscan hacer daño al menor) pueden ser hombres y mujeres de cualquier edad y de cualquier nivel económico o social. El grooming puede suceder online o en persona y, en muchas ocasiones, el groomer invierte tiempo considerable durante este periodo de preparación para ganarse la confianza de los niños y sus familias:
* Pretendiendo ser alguien que no es.
* Ofreciendo comprensión y consejos.
* Obsequiando regalos.
* Brindando atención al niño.
* Utilizando su posición o reputación profesional.
* Llevándolos a viajes, paseos y fiestas.
Poco a poco los groomers van obteniendo más datos personales y de contacto. Seducen y provocan mediante el discurso y el envío de imágenes de tipo pornográfico para conseguir que el niño realice actos de naturaleza sexual. Suelen implementar «secretos» como una forma de controlar y asustar al niño para que se sienta avergonzado o culpable, y no denuncie el abuso.
En muchas ocasiones, el acoso en línea es más rápido y anónimo, pues los niños confían más rápidamente en un «amigo» en línea que en alguien que acababa de conocer «cara a cara». En este sentido, las redes sociales son el medio más común que los groomers utilizan para llevar a cabo este tipo de prácticas. En una encuesta realizada por ESET Latinoamérica, se encontró que los niños de entre 11 y 15 años son los más vulnerables de sufrir grooming.
COMO PREVENIMOS EL GROOMING
Ser victima de grooming puede traer consecuencias fatales, sin embargo, tomar acciones concretas de seguridad mientras navegamos por Internet es la forma más sencilla de ayudarnos a prevenir esta situación. En Internet Grooming nos ofrecen un completo decálogo para combatir el grooming y el acoso sexual de menores, algunas de esas sugerencias son:
* No proporcionar, o hacer fácilmente accesible a extraños, imágenes o información personal que pueda ser utilizada para otros fines.
* Preservar la seguridad y confidencialidad de cuentas de usuario y contraseñas, así como la de la propia PC.
* No ceder ante chantajes bajo ninguna circunstancia, puesto que ello supone aumentar la posición de fuerza del groomer.
* No dudes en pedir ayuda si te encuentras ante una situación nueva y delicada que conlleva gran estrés emocional. Contar con el apoyo de una persona adulta de confianza es fundamental.
* Analizar en qué delitos o irregularidades ha incurrido el acosador y cuáles pueden ser probadas para denunciar el abuso.
* Buscar y recopilar las pruebas de la actividad delictiva: capturas de pantalla, conversaciones, mensajes y todo aquello que pueda demostrar las acciones del groomer o dar pistas sobre su paradero o modo de actuar.
* Formular una denuncia con un adecuado análisis de la situación y elementos de prueba que ayuden a la investigación.
ES NECESARIO QUE LOS ADULTOS:
* Controlemos y supervisemos el acceso de los niños a Internet.
* Concienticemos a los menores sobre los peligros que existen en la Red.
* Mantengamos un diálogo abierto entre padres e hijos para crear un ambiente de confianza.
* Instalemos un antivirus o software de control parental en el dispositivo que utiliza el menor para protegerlo ante una situación no prevista.
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