Los «desistemas»

PorDiego

Los «desistemas»

Hace algunos días atrás vi en el facebook de varios conocidos que compartían una nota de un tal Diego Cabot, quien escribiendo para La Nación redactaba una nota titulada: Sistemas: un impenetrable mundo

La verdad que en ese momento no le dí demasiada importancia por lo que la guardé para revisar después. Ayer comence a revisar las cosas guardadas y cuando lei la nota la verdad que no entiendo porque los demas la compartían, primero me parecio de un desconocimiento un poco marcado, rayando en la ignorancia.

Comencé a buscar en internet para ver si es que a alguien más le había parecido malo y no encontraba mucho hasta que encontré una respuesta por parte de Santiago Basulto, me pareció que en sus palabras expresa casi todo lo que me generó leer la nota del Sr. Cabot, el texto reza así:

Respuesta a la nota de La Nación del día 2 de Mayo de 2016 sobre las “especies variadas” de sistemas
Este post es una respuesta personal a la nota firmada por el señor Diego Cabot publicada en el diario La Nación, el día 2 de Mayo de 2016.

Dicen que el odio es el resultado de combinar ignorancia y miedo. Creo que el artículo del señor Cabot refleja principalmente eso. Tal como hace algunos siglos atrás se quemaba en la hoguera a las “brujas” porque no se podía entender lo que hacían (ignorancia) y se les temía (miedo), de la misma manera el artículo del señor Cabot trata de transmitir sensaciones similares al público general. Soy programador, soy un “desistemas” (sic.). Y la sensación que me produce la nota es tanto de ofensa, como de preocupación. ¿Quién forma tales imágenes? ¿Quién las construye y quién las alimenta? Estoy seguro que nosotros, los “desistemas”, no. Por eso, me gustaría utilizar estas breves líneas para contarte, Diego, quiénes somos y qué hacemos los “desistemas”, de manera de generar una imagen más acertada sobre nosotros.

Podría comenzar descalificando tu ensayo línea por línea, diciendo, por ejemplo, que el “nadie sabe lo que hacen” no es culpa nuestra, sino tuya, redactor, que no tenés la mínima intención de preguntar qué hacemos, y que no demostrás ni un mínimo interés en siquiera intentarlo. Yo sí sé lo que hacen los contadores. Sé lo que hacen los arquitectos. Sé lo que hacen los ordenanzas. O al menos me intereso en saber. ¿Cuán difícil sería para vos entender lo que hago yo? Si mi trabajo resulta “absolutamente desconocido”, no es culpa mía, es tuya. Probá preguntarle a cualquier programador/ra sobre su trabajo y te aseguro, por las barbas de Stallman, que se va a desvivir por contarte qué y cómo lo hace. Porque hay algo que sí es seguro, y es que nosotros/as amamos lo que hacemos.

Como dije, podría seguir descalificándote línea por línea. Pero no lo voy a convertir en algo personal. Al contrario, voy a contarle al público (y si afinás el sentido empático, a vos también) quiénes somos y qué hacemos los “desistemas”.

Primero que nada, no somos solo los “desistemas”, también están las “desistemas”. No debería ser necesario que mencione esto, pero me sorprende ampliamente la omisión de pronombres femeninos en la nota. Para nuestra fortuna, y por más que te cueste creerlo, existen mujeres trabajando en sistemas: programadoras, analistas, diseñadoras, expertas en seguridad, etc. Sí es verdad que las mujeres representan, por mal que nos pese, la minoría del personal técnico. Pero el omitirlas no solo es desacertado, sino que continúa aumentando la brecha de género en nuestra disciplina. La buena noticia es que las mujeres cada vez son más. No tengo números formales para respaldar esto, pero cada vez conozco más mujeres programadoras y cada vez tenemos más alumnas programadoras. Así que, ¡atento!, redactor, porque nosotros los “desistemas” somos bastante blandos, pero las “desistemas” tienen mucho aguante.

En segundo lugar, debo decirte que los y las “desistemas” somos tipos y tipas “normales”. Por más difícil que te sea entenderlo. Yo me considero un tipo normal: juego al fútbol con mis amigos(*), tengo novia, me junto a comer asado, y puedo sentarme a charlar como cualquier otra persona “normal”. Lamento pincharte el globo, pero no estoy todo el día encerrado en un galpón frente a una pantalla negra tratando de hackearte el Facebook. Esas cosas se las dejamos a Carlín Calvo, ese sí sabía.

Ahora, dejame que pregunte: ¿quién es tu “Gurú”? ¿Sos tal vez vos mismo, escondiendo tus miedos detrás de un sujeto anónimo? ¿Quién es ese ignoto Gurú que puede acusarnos de no estar “preparados psicológicamente para contestar”? Para tu sorpresa, si te acercás (perdón, si se acerca tu “Gurú”) a preguntar, vas a encontrar muchas respuestas de nuestra parte. Espero que tu Gurú se anime a preguntar la próxima vez que vea a alguien de sistemas.

Por último, está el tema de cruzarnos en un pasillo y preguntarnos cómo hacer para que la computadora no ande lenta. Lamento decírtelo, pero eso es una falta de respeto a nuestra profesión. Igual te entiendo, en esto no estás solo, la gran mayoría hace lo mismo. Les cuesta entender que lo que nosotros hacemos es una actividad profesional. Es algo aprendido mediante horas de estudio y dedicación que tiene una valoración en la sociedad. Si te cruzás un contador por el pasillo no le vas a preguntar: “che, ¿cómo hago un balance para la empresa?” Probablemente le pidas una reunión y vayas dispuesto a bajarte los pantalones cuando te pase los honorarios. ¿Por qué entonces tenés una concepción distinta de nosotros? Nos demandó muchas horas aprender lo que sabemos, y si no respondemos tus nimias preguntas en el pasillo, es porque lo que estás haciendo es una falta de respeto a nuestra profesión y a nuestro sacrificio.

Para cerrar quiero decir que el odio no nos lleva a ningún lado. Como dije al principio, el odio es resultado de la ignorancia y del miedo. El problema de la ignorancia se resuelve fácil: simplemente basta con acercarse y preguntar qué estamos haciendo. El miedo… bueno, no creo que nadie nos tenga mucho miedo (salvo cuando se corta Internet o se acaba el café). El mundo está cambiando rápidamente. Cada vez van a haber más profesiones relacionadas a las “desistemas”. Es importante que empecemos a unirnos y a tirar todos para el mismo lado. Estaría bueno que la próxima nota no descalifique a una persona por “muñequitos y robots”, sino que le permita comunicarse y contar sobre ellos; que no utilice la nesciente figura de un “Gurú” de dudosa identidad, sino un grupo de gente real de una empresa, universidad o emprendimiento para contar sus experiencias interdisciplinarias.

Fuente: Medium.com

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